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BIOGRAFÍA

¿QUIÉN SOY?

Me llamo Moreiba Cabrera, nací el 14 de Marzo de 1962, en el municipio Rosario de Perijá del Estado Zulia, Venezuela.

 

Me convertí al Señor Jesucristo en una campaña evangelística al aire libre, cuando tenía 16 años, el día 19 de Enero de 1979. Fue una campaña espectacular, donde vimos milagros y prodigios; el milagro más grandioso ver como más de 700 personas hicieron su decisión por Cristo, mayormente jóvenes que estudiábamos en el mismo instituto.

 

De toda esa cantidad de personas, nació una iglesia, que se llamó Centro Evangelístico de la Villa. Claro está que no todos perseveraron, pero un grupo de jóvenes si lo hizo, y con ganas de servir al Señor; entre ellos, estaba Tomás, quien también se había convertido en la misma campaña, y yo. Fue en esa iglesia donde comenzamos a servir a Dios en lo que fuera.

 

Comencé a dar clases para los niños en la Escuela Dominical; luego fui la secretaria y posteriormente la superintendente. Siempre estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para agradar a mi Señor.

 

Mientras transcurría ese año de 1979, estaba estudiando el último año de secundaria y estaba en el disyuntiva sobre que carrera universitaria iba a estudiar; siempre quise estudiar Sicología, así que comencé a investigar donde podía estudiar la carrera, pero me di cuenta que en LUZ (La Universidad del Zulia) no daban esta carrera y que para hacerlo, tenía que trasladarme a la capital, a Caracas, ya que era allí era el único lugar donde la daban. esto me desanimó, porque no tenía los recursos para irme hasta la capital.

 

Este tiempo "en el pasillo" me sirvió para reflexionar sobre lo que Dios quería de mi en el futuro y fue así que nació en mi el deseo de estudiar Teología.  Se lo comenté al pastor, Arnoldo Linares y él me dijo que esperara un poco, que él investigaría cuál era el mejor lugar.

 

Como cosa de Dios, en esos días fue a nuestra iglesia, el director del Instituto Bíblico Central de las Asambleas de Dios de Bogotá Colombia, Manuel Herrera y uno de los profesores, Carlos Jiménez; estaban promocionando el I.B.C. Así que se hicieron los trámites y decidimos irnos a estudiar 3 jóvenes de la iglesia: Tomás Santa Marta, Arturo Balzán y yo.

 

Tenía 18 años cuando comencé a estudiar Teología en el Instituto Bíblico Central de las Asambleas de Dios en Bogotá Colombia. 

 

Después de 3 años de estudios, volví a Venezuela y me casé con Tomas Santa Marta el 10 de Diciembre de 1983. Seguidamente después de casarnos, comenzamos a pastorear, fundando una iglesia en un sector del pueblo que me vio nacer, llamada Centro Evangelístico "Emanuel".

 

Tuvimos allí en este lugar 5 años, donde Dios nos bendijo dándonos un pequeño rebaño, de los cuáles han salido grandes ministerios que sirven al Señor. Dos de ellos son los pastores Fidel Guevara y Ana Isabel de Guevara.

 

Durante este tiempo, el día 23 de Julio de 1985, nació nuestra hija mayor: Gabriela Santa Marta.

 

Pasados estos 5 años, Dios hizo un llamado misionero a nuestro pastor Arnoldo Linares, el cuál se fue a los Estados Unidos, dejando una vacante en la iglesia central "Centro Evangelístico de la Villa" que él pastoreaba y nos propuso que la pastoreáramos nosotros. 

 

Comenzamos una nueva andanza y fue un tiempo de extensión de la obra a otros lugares y creo que fue alíi donde nació el deseo de fundar iglesias hijas. Sabíamos con certeza, que el deseo de Dios para nuestros ministerios, no era solamente local; sino que abarcaba cada vez, más y más lugares donde aperturar nuevas obras.

 

Estuvimos pastoreando allí otros 5 años; desde 1989 - 1994. Durante este tiempo nacieron mis otras dos hijas: Rebeca, el 07 de Enero de 1991 y la menor, Karen, el 08 de Julio de 1992. 

 

Este tiempo fue lleno de dinamismo, de retos, de logros alcanzados, de crecimiento, tanto dentro como fuera de la iglesia; pero sobre todo de un trato especial de Dios en cuanto a un cambio en nuestros ministerios. 

 

Gabriela

Rebeca

Karen

Dios nos había dado palabra proféticas sobre que pasaríamos los mares, que subiríamos a muchos aviones para pasar de un lado al otro, cruzando los mares: que seríamos una pequeña chispa que haría arder un gran fuego y que nos llevaría a una tierra, allende los mares. Realmente esperábamos que Dios nos aclarara y nos guiara para cumplir con su palabra, pero nunca dejamos de hacer lo que estábamos haciendo. Hasta que un día, Dios, proféticamente le dijo a Tomás con mucha claridad: "Yo te envío a la tierra de tu padre". El padre de Tomás es Español y fue en ese momento donde por primera vez, vislumbramos a España como nuestro destino más próximo, para ir como misioneros.

 

Viajamos toda la familia a España el 15 de Agosto de 1994. Llegamos a Madrid, convencidos que la palabra profética comenzaría a dar fruto y que pronto algún pastor nos llamaría para ayudarle a pastorear. Fue el inicio de un proceso de Dios de quebrantamiento; vimos como las manos del Alfarero nos quebró contra el suelo y como a El le pareció mejor, cogió otra masa, la estrujó entre sus manos, nos moldeó e hizo con nosotros una nueva vasija; una vasija que fuera más útil para lo que Él tenía preparado para nosotros.

 

Nos ubicamos en un piso situado en la calle Príncipe de Vergara nº 254 y desde allí, en los primeros días de llegada, buscamos iglesias donde asistir. Algo curioso pasó en esos días y fue que Tomas cogió la guía telefónica para buscar las iglesias evangélicas y casi todas respondían que estaban cerradas por vacaciones; creo que este fue el primer choque cultural que tuvimos. Según nuestro concepto, ¿Cómo una iglesia cerraba sus puertas para irse sus pastores de vacaciones? No lo entendíamos.

 

Llegó el siguiente domingo 21 de Agosto del 1994 y como no teníamos donde congregarnos, nos vestimos como para ir a la iglesia, Tomás cogió su guitarra y nos fuimos al parque más cercano a la casa y allí cantamos unos coros; algunos curiosos se acercaron, le entregamos unos folletos evangelísticos, mientras yo vigilaba a las niñas, Tomas le testificó a unos jóvenes y después regresamos a la casa.

 

La idea que teníamos era la de contactar con un ministerio local para ayudarle en lo que fuera. Por lo que Tomás siguió llamando a iglesias. Después de muchas llamadas, hubo una que nos respondió y era una iglesia de la Biblia Abierta, cuyo pastor era Rodolfo Loyola, él estaba de viaje, pero su hijo estaba encargado. Nos invitó a visitarles y cuando llegó el domingo 28 de Agosto, nos vestimos elegantemente toda la familia y fuimos a la iglesia, era una iglesia pequeña, con una buena alabanza, pero no nos sentimos que esa era la iglesia que nos necesitaba.

 

En esos días fuimos a visitar a la familia de Tomás que vivía en Oviedo Asturias y estuvimos con su abuela paterna Anuncia, sus tios y primos, durante una semana. Se acercaba la fecha de entrar las niñas al colegio y después no podríamos hacerles la visita.

 

Cuando volvimos a Madrid, ya era Septiembre, el tiempo había cambiado, hacía frío y necesitábamos arreglar nuestra situación. Tomás siguió buscando iglesias sin parar, pero pensamos que era mejor buscar iglesias de las Asambleas de Dios, porque nosotros habíamos estudiado en un instituto de las Asambleas de Dios. Ya para esta ocasión los pastores habían regresado de sus vacaciones y fue así como contactó con el pastor José Palma y fuímos el siguiente domingo a su iglesia "Emanuel" en la calle Diego Manchado 43, de Vallecas.

 

Damos muchas gracias a los pastores José Palma y su esposa Rosita Mariscal, por ser el instrumento que Dios utilizó para que nuestros ministerios comenzaran a desarrollarse en esta tierra bendita y amada tanto por nuestro Señor.

 

Comenzamos nuestra andadura como apoyo de los pastores, Tomas predicaba los jueves y algunos domingos y yo apoyaba a Rosita de vez en cuando, con la clase de los adultos en la escuela Dominical. Por cierto, se tuvo que abrir la clase de los niños en la escuela Dominical para nuestras 3 hijas, porque ¡No habían niños!, gracias también a Lidia Palma por ser tan paciente y cariñosa con nuestras hijas.

 

Fueron días de aprendizaje, de conocer la cultura, de conocer las costumbres, de conocer hasta la lengua, porque aunque era castellano, habían términos nuestros, que aquí significaban algo diferente. Por ejemplo: para nosotros un escaparate, era aquí un armario; pero para nosotros un armario era una vitrina y una vitrina aqui era un escaparate...¡Una verdadera locura!. Tomé una sabia decisión; como Gaby, quien en ese entonces tenía 9 años y era muy lista, le dije que me enseñara los nombres de cada cosa y fue así como cambié voluntariamente mi jerga coloquial venezolana y coloqué en su lugar, el nombre de como aquí se le llama. Comprendí, años más tarde que estaba transculturizándome.

 

Recuerdo de una conversación que tuvimos con el pastor Palma sobre nuestra situación, dónde el nos preguntaba que pensábamos hacer en el futuro; Tomás le contestó que Dios nos había traído y que Él se encargaría de abrirnos las puertas. Nos preguntó: ¿Tenéis ayuda de vuestro país? a lo que le respondió Tomas No, que solamente habíamos recibido 2 veces la promesa que la iglesia de Venezuela hizo con nosotros, pero que íbamos a vivir por fe. El pastor Palma fue muy claro (demasiado, digo yo) y muy contundente al decirnos que en España no podíamos quedarnos porque era muy difícil resolver nuestra situación: "porque necesitáis primeramente  una iglesia que este sin pastor; segundo, que este dispuesta a aceptar misioneros extranjeros como sus pastores; tercero, que tenga una casa pastoral; cuarto que les pueda dar una ayuda para poder sobrevivir y quinto que les llame a pastorear ahora mismo. Agregó, me sobran dedos en esta mano para mencionar las iglesias que puedan suplir todas vuestras necesidades. Recuerdo que con tristeza, Tomas le respondió: Si Dios nos ha llamado, Él responderá.

 

Algo que los pastores no sabían, era que nosotros habíamos traído unos 12.000 dólares, de la venta de todas nuestras propiedades, coche, muebles y hasta de los juguetes de las niñas y los habíamos depositado en un banco y de allí sacábamos todos las semanas para la compra, para el colegio. en fin para nuestras necesidades y cada mes había menos. Tomas trabajo un poco en la empresa de una prima quien tenia una inmobiliaria y también como mozo cargando muebles para un tío quien tenía un guardamuebles. Pero lo que ganaba era mínimo. Hasta que llegó el día que nos enteramos que solo nos quedaba en el banco lo suficiente para pagar ese sexto mes, el alquiler del piso y la comida. Recuerdo que íbamos al culto de oración y nos arrodillábamos y llorábamos tanto, preguntando al Señor: ¿Que vas a hacer con nosotros, porque ya no podemos más? que una vez una hermana me preguntó que si tenía algún problema. Nadie sabía de nuestra angustia, ni siquiera los pastores.

 

Un día, el pastor Palma se nos acerca y nos dice que quiere hablar con nosotros, lo vi tan serio, que dije que lo mejor era invitarle a nuestra casa a comer. Nos preguntábamos que sería lo que quería hablarnos, pero no teníamos ni idea. Llegó el dia, hice una comida super especial; como sabía que a los pastores les gustaba mucho el pescado, le hice Salmon en salsa Maitre d¨Hotel, con patatas al horno, les gusto muchísimo. Durante la comida esperamos que nos dijera lo que quería decirnos, pero nada; llegó la hora del café y fue aquí donde comenzó a hablarnos. Comenzó diciendo que un milagro había hecho Dios a nuestro favor: Que una iglesia en Ronda Málaga se había quedado sin pastor; que era iglesia fundada por misioneros y que estaban acostumbrados a ser pastoreados por extranjeros; que esa iglesia tenía una casa pastoral; que estaban dispuestos a darnos una pequeña ayuda y que si nos queríamos ir ya, ellos nos recibirían. Recuerdo que me puse a llorar como una magdalena, dándole gracias a Dios porque El aprieta, pero no ahoga. Le contamos lo del dinero que se nos había agotado y fue entonces cuando la iglesia Emanuel, nos adoptó como sus misioneros e invirtió en nosotros, comprándonos camas y pagando nuestra mudanza.

 

Habían pasado como 3 años de sequía donde no llovía en España y le dijimos al Señor, si es tu voluntad que nos vayamos a Ronda Málaga, haz que llueva. Estuvo lloviendo todo el camino, el cual duró 18 horas y no escampó por 3 meses seguidos.

 

Dios nos bendijo grandemente en Ronda. Abrimos un Seminario Bíblico; un programa de radio, hicimos evangelismo en los pueblos de alrededor, hicimos reforma del local, el cuál quedó precioso y sobre todo, la iglesia creció. Hasta el día que Dios nos hizo sentir que nuestro tiempo en Ronda era temporal, que era un tiempo  de restauración y que Él tenía otros propósitos con nosotros en otra ciudad. Al principio pensamos que era una ciudad de Andalucía, como Sevilla, Córdoba o Málaga; pero con los días, entendimos que era Madrid.

 

Un día fuimos al un retiro de pastores en San Lorenzo del Escorial y viniendo de vuelta a Ronda, se formó un atasco monumental, tanto así que nos quedamos detenidos en lo alto de la montaña; desde allí se divisaba toda Madrid y comencé a orar por Madrid. Fue un momento precioso, porque allí me habló audiblemente el Señor y me dijo:  "volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho". Entendí claramente que Dios nos traería de vuelta a Madrid. El como, no lo sabíamos, pero esperábamos pacientemente el Él.

 

Con esta palabra en mente, fueron nuestras oraciones mas específicas y comenzamos a pedirle al Señor que Él hiciera su voluntad perfecta. Una mañana recibimos una carta, donde invitaban a Tomás a ser uno de los candidatos para ser pastor de la Iglesia Campaña de Fe de Madrid. Era extrañísimo esto. ¿Cómo invitan a un pastor que esta pastoreando activamente otra iglesia para serlo en otra? No lo entendimos, pero sabíamos que era Dios quien estaba en control.

 

Después de hablar con la directiva de la iglesia en Ronda, donde le comentamos todo lo que Dios nos había hablado, aceptamos la invitación. Vinimos a Madrid, Tomás predicó y claro, les gustó mucho como lo hizo, y sin más, ni más, nos aceptaron como pastores. Quiero aclarar que habían invitado a otros dos pastores más, pero no acudieron al llamado, solo nosotros. Fue así como comenzamos a pastorear desde el 21 de Diciembre de 1997.

 

La iglesia "Campaña de Fe en Dios", comenzó a cambiar significativamente, empezando con su nombre; entendimos que si bien los orígenes de la iglesia, habían sido a través de una campaña evangelística, ahora la iglesia ya no era una campaña, por lo que decidimos llamarla "Nueva Vida Madrid". 

 

Llevamos 17 años pastoreando la iglesia, ella ha dado honor a su nombre y sabemos que Dios le ha dado unción de "nueva vida" y año tras año, hemos vimos como Dios se ha glorificado, trayendo nuevas almas. Cientos y cientos de vidas transformadas conforma nuestra iglesia y lo más bonito que hemos experimentado es que ella lleva adherida el ADN de las misiones. Esto nos ha permitido incursionar en otras naciones y actualmente estamos llevando la palabra a 17 países con más de 60 iglesias hijas. 

 

Debido al avance en la obra misionera hemos creado el Ministerio Internacional Nueva Vida y desde esta plataforma, viajamos constantemente por todo el mundo, para confirmar las iglesias hijas y apoyar a los pastores quienes trabajan con tanto sacrificio en sus lugares. Quiero desde aquí agradecerles por estar bajo nuestra cobertura y oramos para que esa misma pasión de multiplicación y expansión se impregne en vosotros y juntos, sembremos una semilla en 200 países de la tierra.

 

 

Navidad en familia 2015

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